La hipnosis es un estado de conciencia modificado en el que una persona experimenta una mayor sugestibilidad y está más abierta a recibir instrucciones y sugerencias del terapeuta.
Durante la hipnosis, la persona se encuentra en un estado de relajación profunda (trance), mientras que su mente está enfocada en la voz del terapeuta y en la experiencia presente. La hipnosis se utiliza a menudo en la terapia para ayudar a las personas a superar problemas emocionales y mentales, como el estrés, la ansiedad y la depresión.

Todos experimentamos estados de trance hipnótico naturalmente en nuestra vida cotidiana. Por ejemplo, cuando estamos viendo una película y nos absorbemos tanto en la trama que perdemos la noción del tiempo, estamos en un estado de trance hipnótico. Otros ejemplos comunes de trance hipnótico incluyen cuando nos encontramos conduciendo de manera automática a un destino conocido o cuando estamos en un estado de concentración profunda mientras realizamos una tarea.
Sin embargo, no todas las personas son igualmente sugestionables y no todas las personas pueden ser hipnotizadas. Algunas personas pueden entrar más fácilmente en un estado de trance hipnótico que otras, y esto puede depender de factores como la personalidad, la disposición mental y la experiencia previa con la hipnosis. Además, la capacidad para entrar en trance hipnótico también puede variar según el momento y el contexto en que se intenta la hipnosis. En general, la hipnosis se considera segura y efectiva para la mayoría de las personas que están dispuestas a probarla.
Es importante recalcar que durante el trance hipnótico somos conscientes de lo que sucede a nuestro alrededor todo el rato, escuchamos los ruidos, podemos abrir los ojos y caminar. Decidimos qué decir, y podemos salir del estado hipnótico cuando queramos.